Licencia Creative Commons
Periodismo,comunicación y algo más por Edgar Cárdenas se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.
Mostrando entradas con la etiqueta "comunicación para el desarrollo social". Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta "comunicación para el desarrollo social". Mostrar todas las entradas

jueves, 27 de agosto de 2020

INFORMAR EN TIEMPOS DE PANDEMIA.


Las situaciones de emergencia o conflictos de tipo social, económico, político, cultural o religioso atraen la atención de la sociedad, por ello los periodistas y medios de comunicación están obligados a actuar con responsabilidad, identificados plenamente con la calidad periodística; la cual está conformada por un conjunto de reglas éticas, estándares profesionales  y las técnicas de índole narrativa.


Cuando los medios difunden unos hechos y desechan otros de acuerdo a criterios noticiosos y prominencia social, el periodismo asume una función delegada por el colectivo social, por lo que ofrecen el hoy, el presente en informaciones que alimentan la agenda pública. Si bien los medios son formadores de opinión pública, también son formados por esta, lo cual implica una interrelación entre medios, estado, partidos políticos y ciudadanía.


Internet, como una red de redes, se ha convertido en un medio  que permite la interacción y producción de los actores que participan en ella, generando distintos procesos socializadores, donde el elemento fundamental es el usuario como productor y como receptor. Ya no se trata de audiencias, definición que identifica a quienes acceden a los medios tradicionales, ahora nos referimos a un prosumidor (Toffler, 1980), ese usuario generador y consumidor de contenidos informativos a través de la red. 

Las transformaciones generadas por los distintos cambios en la Sociedad Red, permitieron el advenimiento de nuevos escenarios para la comunicación en entornos virtuales: Wikis, Podcast, blogs y redes sociales.

Entre los principales usos de internet, destacan el enviar y recibir correos, chatear, leer noticias y visitar redes sociales, donde los ciudadanos buscan y distribuyen contenido informativo.

Los periodistas comparten la profesión  con los llamados infociudadanos, quienes también informan y comunican, no solo sus experiencias y opiniones sino hechos noticiosos que por lo general ocurren en su entorno cercano.

 Para Eduardo Santoro, importante referente en periodismo de investigación en Latinoamérica,  los periodistas están llamados a ser cartógrafos modernos que ayuden a  navegar a los ciudadanos por una tierra conocida, de datos verificados, no por una tierra incógnita; verificar que información es relevante y ordenarla para que la gente pueda captarla eficientemente.

En la coyuntura actual producto del  Covid 19, se requiere extrema rigurosidad  en el tratamiento y difusión de contenido relacionado con esta pandemia.

Cobra mayor importancia el manejo adecuado de las redes sociales; por ello hay que abordar el fenómeno de la infoxicación (Cornella, 2013), el cual representa  el exceso de información a la que estamos expuestos a través de los medios;  entendiendo lo inadecuado y poco práctico de  recibir demasiada información a la que no se puede dedicar tiempo, lo que impide profundizar sobre cualquier temática privilegiando lo poco importante  

Asimismo es fundamental combatir  la infodemia,  la cual consiste en la difusión de noticias falsas o malintencionadas sobre distintos aspectos de la pandemia, que causan desasosiego y angustia  en la sociedad, promoviendo acciones o conductas incorrectas.

Este fenómeno parte de un problema por la falta de información que aumenta la propagación producto de la desinformación a escala masiva, creando una suerte de epidemia vía datos falsos, malintencionados o errados que generalmente se propagan  por las redes sociales.

Toda información falsa es negativa para la sociedad.   Hay una distinción que hacen los investigadores Aruguete y Calvo sobre las noticias falsas, estableciendo diferencias entre las  fake news, cuyo objetivo es causar daño siempre con finalidad política, y las false news, surgidas probablemente  de la necesidad de ocupar vacíos de información mediante prejuicios fundamentados en los rasgos culturales.

.En estos momentos de angustia  que vive la sociedad, los comunicadores sociales deben ser orientadores, con informaciones ciertas, oportunas, adecuadas, haciendo uso de fuentes de calidad y estableciendo protocolos de  revisión exhaustiva de datos, sin olvidar la pertinencia del equilibrio informativo.

Es importante Identificar la información requerida; su utilidad, establecer prioridades en los subtemas de la pandemia, así como la selección de fuentes personales, oficiales, opinadores, especialistas y usuarios de los servicios públicos.

En momentos de pandemia ¿Por qué no ir más allá de las cifras?, ¿Por qué no insistir en contenido relacionado con las medidas de prevención? ¿Por qué no combatir los mitos sobre el Covid19? ¿Por qué no abordar los aspectos relacionados con  la vida del ciudadano durante la cuarentena?

Los usuarios y públicos logran satisfacer su necesidad informativa por medio de una investigación seria, clara, honesta y con datos precisos;  por el contrario, las denuncias estrepitosas, desproporcionadas y sin fundamentación,  colocan en riesgo no solo la credibilidad, sino la responsabilidad que debe cumplir la prensa como prestador de un servicio público: Informar.


Publicado originalmente en:  http://saber.ucv.ve/handle/10872/20640

martes, 1 de mayo de 2018

Discurso periodístico en salud


La atención a los problemas de salud en gran parte de Latinoamérica, forman parte de un conflicto comunicacional.  Los medios de comunicación transmiten programación que atenta contra la prevención de enfermedades como por ejemplo la diabetes, motivando el consumo de alimentos con poco valor nutricional y altos en calorías. La función social de los medios a través de un discurso preventivo en materia de salud es prácticamente inexistente, prefiriendo estos divulgar contenido polémico y de crísis .

Al tratar el tema de la diabetes ,  nos referimos a una patología que cada día es más común entre la población mundial, con cifras realmente alarmantes no sólo por el número de personas que puedan padecerla, sino por las que desconocen su condición, y no están bajo un tratamiento médico.  

La morbilidad por diabetes ocasiona pérdidas para las empresas, además es alta la inversión que deben efectuar los servicios de salud dependientes de los gobiernos para atender esta problemática. A esto sumamos la alta mortalidad producto de las complicaciones que surgen de  este padecimiento.

El combate de las enfermedades debe realizarse  desde diversos frentes, uno de ellos es la comunicación. Es necesario educar, informar y divulgar contenido que permita a la población conocer estas dolencias y los mecanismos para evitarlas.  Todo esfuerzo que se efectúe debe ir más allá de las denominadas campañas concientizadoras, es fundamental tomar en consideración distintos factores que forman parte de la realidad local, regional o nacional según sea el caso.

No basta con la simple divulgación de contenido generado por los entes de la salud, se deben tomar en consideración aspectos como la  cultura, costumbres, historia, tradiciones, evidentemente dentro de un esquema de participación colectiva que lleve a las comunidades a entender las consecuencias de un problema como la diabetes y su impacto en la familia y la sociedad.

Un modelo eficiente de comunicación para la salud debe buscar transformar la situación sanitaria bajo un esquema de acción horizontal, más no lineal, donde la participación de la población sea característica fundamental del proceso.

En la escuela y  en el lugar de trabajo es mucho lo que se puede hacer orientando a la población sobre este padecimiento, pero un discurso periodístico sobre la salud que vaya mas allá de ser referente de la permanente crisis asistencial y hospitalaria de Latinoamérica, dentro de un contexto participativo e involucrado totalmente con la localidad, puede coadyuvar en un proceso que permita generar nuevas actitudes y comportamientos de los ciudadanos ante la problemática sanitaria.

No es fácil lograrlo, para ello se requiere la concientización de los periodistas sobre la importancia de involucrarse directamente en las comunidades humildes que son las de mayores necesidades, a su vez es necesario despolitizar la salud (como tema político-electoral) y fortalecer los proyectos de comunicación para la salud bajo el esquema de participación directa del ciudadano, que tienden a ayudar a comprender la necesidad del abordaje del problema de atención sanitario como un asunto de interés individual con incidencia colectiva.

No se pueden seguir usando las mismas fórmulas tradicionales para divulgar contenido en salud. Deben quedar atrás las frías campañas del video institucional o el afiche, hay que usar la creatividad y lograr que la producción del mensaje sea resultado del esfuerzo y participación comunitaria.

La comunicación para la salud debe inocular suficiente fuerza soportada en conocimientos, realidades locales  y confianza, para lograr la movilidad social que implique una actitud protagonista del ciudadano.

Frente  al  discurso periodístico en salud divulgado por los mass media, donde prevalecen los escándalos, las tragedias, los actos violentos ,las huelgas de los hospitales y la situación de deterioro todo el sistema, se impone un mecanismo de ataque contra la problemática sanitaria, basado en la comunicación para el desarrollo social, que se caracteriza por ser individuo y comunidad los protagonistas de la conducción de los procesos comunicacionales en materia de salud y que estos logren la concientización del estado y los particulares sobre la importancia del apoyo a la participación de las comunidades tras la búsqueda de una mejor calidad de  vida.

INFORMAR EN TIEMPOS DE PANDEMIA.

Las situaciones de emergencia o conflictos de tipo social, económico, político, cultural o religioso atraen la atención de la sociedad, por ...